Tres años después de que empezaran a operar los taxis eléctricos en la ciudad, sus conductores y propietarios han dado la batalla para ser reconocidos en el medio. Aunque saben que han sido el ‘conejillo de indias’, con este tipo de transporte, están satisfechos con su labor.
Con convenios han logrado que la empresa privada y el Sena con el Centro Tecnológico del Transporte capaciten a sus alumnos en el mantenimiento, conducción y reparación de este tipo de vehículos, como lo reconocen los dueños de los vehiculos.
Como los mismos conductores y propietarios lo aseguran, los primeros meses fueron muy difíciles ya que no tenían muchos puntos de recarga y en algunas ocasiones los confundían con carros que trabajan con la plataforma Uber. Hoy existen cuatro puntos de recarga en toda la ciudad.
“Todos los conductores tenemos experiencia de más de 20 años conduciendo. Esto ha sido una ventaja para vender el servicio. No solo están los pasajeros en la calle, trabajamos con las plataformas autorizadas”, agrega Rafael Rojas, conductor de uno de los 41 taxis que hoy circulan.
“Algunos usuarios aún no nos reconocen como un taxi normal por el tipo de color que tenemos. Sin embargo, si nos paran, vamos a donde nos digan”, puntualiza Rojas.
En cuanto al precio del kilovatio, lograron un acuerdo con Codensa para que el cobro en la carga sea acorde con lo que producen. Con la circulación de estos vehículos el ambiente de la ciudad ha dejado de recibir la emisión de cerca de 580 toneladas de monóxido de carbono.
En un principio la Secretaría Distrital de Ambiente anunció que serían 50 los carros que estarían trabajando, pero esta cifra quedó reducida a 43, de los cuales dos están en proceso de reincorporación luego de ser estrellados y declarados como pérdida total.
Este plan piloto fue creado por la Secretaría de Ambiente de la saliente alcaldía de Gustavo Petro, en 2012, y se pusieron en funcionamiento en septiembre del 2013.
Cupos provisionales:
“Hoy el carro por el costo del dólar puede valer 142’000.000 de pesos”
Gildardo Ortiz, conductor que se acerco hasta el centro de recarga ubicado en la bolera del Salitre, manifestó que un taxi normal consume aproximadamente en un mes 1’800.000 pesos en combustible. Uno eléctrico gasta en promedio entre 500.000 y 700.000 pesos y uno de gas, cerca de 1’100.000 pesos.
“Esto abarata los costos en el mantenimiento y su desgaste es normal”, describe el taxista.
La carga de baterías
Rafael Rojas manifiesta que todo no ha sido fácil en estos dos años.
“Para cargar las baterías se requiere de cuatro horas. Esto le quita un poco de tiempo a uno, además de los desplazamientos para llegar a los puntos de carga y el 90 por ciento de los propietarios hacen que se trabajen los domingos”.
Otro tema complejo al que aún no le han encontrado solución es lograr tener un cargador portátil. “Con este sería más fácil, porque el conductor podría cargar el carro en la noche mientras descansa en su casa”, reconocen. La carga les da una autonomía de 250 kilómetros de recorrido cuando se hace por cuatro horas, aunque también se puede hacer por menos tiempo.
“Queremos aclarar que estos carros sí son capaces de subir algunas calles empinadas, aunque su peso es de más de dos toneladas”
Taxis de gasolina, por no contaminantes en el 2017:
El decreto 600 del 30 de diciembre del 2015 ordena que a partir del 1.° de enero del 2017 se debe hacer la reposición de los cerca de 4.000 taxis de gasolina que salen de circulación por eléctricos. Los fabricantes deberán responder por el reciclaje de las baterías luego de terminada su vida útil. Sobre esto, Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad, dijo que lo están analizando. Otro tema tiene que ver con el decreto de los taxímetros que dejó firmado Gustavo Petro. “La idea es montar un sistema a bordo que nos dé más información sobre el taxi y ese sistema debe estar conectado a los taxímetros. Esto deberá ser discutido con los taxistas”, agregó Bocarejo.
Actualmente, la falta de infraestructura adecuada para la carga y mantenimiento de estos vehiculos, a hecho que algunos dueños de estos taxis no vean rentable el uso de esta alternativa, sumado a esto el color de los vehiculos confunde a los clientes que ven mas bien un coche de servicio especial como Uber.
Sin embargo la ciudad le apuesta a mejorar la calidad del aire con estas alternativas de movilidad.
Fuentes: El Tiempo, Autos F1 Latam, Revista Dinero
Leave a Reply