¿Un gusano que puede comer plástico?

Así es, una investigación reciente de la Universidad de Standford demostró que los gusanos de la harina tienen la capacidad de transformar alrededor del 50 % del plástico en dióxido de Carbono y el otro 50 % podría ser utilizado como fertilizante.

Recordemos que en el mundo, anualmente se producen más del 280 millones de toneladas de plástico y cerca del 10 % de ese valor termina en el océano. Además el plástico, a pesar de ser 100 % reciclable, se recicla muy poco, por ejemplo en Estados Unidos tan solo el 10 % del plástico es reutilizado, el resto va a rellenos sanitarios, botaderos o es incinerado. Este material tarda más de 100 años en desintegrarse (algunas veces mucho más), por esta y otras razones es uno de los materiales más problemáticos que hay en el planeta, además de catalogarse como el enemigo número 1 del Medio Ambiente.

Por eso ahora, dentro de muchas normas y legislaciones en países principalmente desarrollados, se implementan mecanismos para disminuir el uso del plástico, hasta eliminarlo por completo, y empresas tienen la responsabilidad de gestionar integralmente sus residuos para evitar daños al Medio Ambiente, sin embargo, dentro de la realización de la norma y los proyectos hasta su aplicación hay una brecha demasiado grande.

Un equipo de científicos de la Universidad de Standford lleva años investigando cómo apresurar la desintegración del plástico y al parecer se han acercado a una posible solución. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Environmental Science and Technology, allí se informó acerca del diminuto gusano de la harina (de las especies más comunes) que es capaz de alimentarse de espuma de pliestireno, un plástico que no es biodegradable.

Lo que observaron los científicos es que estas larvas transforman el 50% de la espuma que consumen en dióxido de carbono y el otro 50% lo excretan como fragmentos biodegradados, y comprobaron que el consumo de plástico no afectaba la salud de los gusanos, los que pueden sobrevivir en perfectas condiciones alimentándose exclusivamente de espuma de poliestreno, material que se utiliza habitualmente para embalar y para fabricar todo tipo de objetos. 

Para realizar la prueba, se utilizaron 100 gusanos que digirieron entre 34 y 39 miligramos de espuma de poliestireno al día, de la cual aproximadamente la mitad se convirtió en CO2, como si estuviesen consumiendo cualquier otro tipo de alimento. Lo más interesante de todo es que la mitad restante pasó a ser excremento que puede ser utilizado como fertilizante para cultivos ¡Genial!

Para lograr estos resultados todo está en el sistema digestivo del gusano, que tiene la capacidad de biodegradar compuestos como el de el poliestireno de una manera rápida y segura, dentro de su organismo están presentes unas bacterias con dicha capacidad, bacterias que también son objeto de estudio para los investigadores, todo en aras de buscar una pronta solución para biodegradar estos materiales y según los expertos colaboradores del estudio es la primera vez en la que se obtienen datos detallados de la degradación bacteriana del plástico.

“Nuestros resultados han abierto una nueva puerta para resolver el problema mundial de la contaminación del plástico” Wei Min Wu, líder del estudio.

El paso a seguir es investigar qué otros tipos de plástico podrían biodegradar estos gusanos. De esta manera los gusanos de la harina son una potencial arma para tratar residuos plásticos.

Cuéntanos, ¿tú que haces con los residuos plásticos de tu hogar?
Por: Manuel Ginalbert Zárate, Director de ProEcoGW